Fantasmas

En la penumbra de mi alcoba sin recuerdos,

Evoco aquel pasado que me sigue,

Con la sutileza de una bella bailarina,

Y la dureza de un hombre inescrupuloso.

El fantasma del ayer no me ha abandonado,

Aqueja en mi alcoba, recuerdos no encontrados.

Perdida mi alma, se encuentra en pena,

Olvida la lejanía de esa bella sonrisa,

Solo te recuerdo,

Lleno de miedo, de odio y resentimiento.

En vano pido clemencia por mi alma,

Mi cuerpo lleno de tortura,

Puñaleado por la derrota.

Busco pureza en mi amargura,

Tan lejos tan cerca, me siento;

Perdida o abandonada;

He dejado mi alma.

Vagando sin rumbo

En las cuatro paredes de mi alcoba.

Destino

Por ti recojo el sarmiento

desboco mis ganas

hago vino del racimo

bebo tragos del madero

como de la seca vara

y me embriago del vino.

Me reclino en el soneto

del poeta de mil caras

que bebe para el olvido

busca el placer del sueño

esparce su ira en su alma

y muere en desatino,

Rebusco en mi cerebro

esta absurda causa

de embriagarme del destino

con vino de un sarmiento

seco de esperanzas

e ilusiones vanas.

El ha perdido el camino

Ahora sí, el ha perdido el camino,

un ciego perdido en un lugar desconocido,

avizorando la muerte.

Desplegado en alas negras,

su deseo, sus sueños,

su amor perdido para siempre en el abismo de otros brazos.

Las preguntas sobran, sólo queda este dolor,

este sentimiento cercano a las sombras,

Esta impotencia, esta rabia…

El es un abandonado de la suerte,

un mendigo de Dios que ha perdido la fe,

la esperanza.

Hay un sinfín de seres perfectos,

Fríos como asesinos…

Como príncipes,

hastiados de todo, ahítos de placer.

Un desfile de acólitos de la oscuridad.

Un camino recorrido por niños hambrientos,

revolviendo la basura en busca de un mendrugo,

algo que cambie esta angustia,

estas ganas interminables de llorar,

el deseo necio de evitar la noche,

de arrancarse las entrañas,

de gritar,

De morderse los labios hasta sangrar…

De entregar la vida en todo caso,

y a cualquier precio,

porque sí, porque no puedo seguir respirando,

sin mirarte,

sin tenerte,

sin besar tu boca.